Respecto a la metodología que
seguimos, el enfoque que articula nuestra propuesta didáctica es una
combinación de diversas orientaciones metodológicas que se complementan. El
predominante es el comunicativo, ya que nuestros objetivos se dirigen a
potenciar dicha competencia lingüística, haciendo especial hincapié en la
destreza oral ya que es a la que menos importancia se ha dado durante la
enseñanza hasta la actualidad. Además en este enfoque se fomenta la enseñanza
de la lengua como un medio para alcanzar un fin, entendiendo que esta no es un
fin en sí mismo. Hay que tener en cuenta que se trabaja una lengua real, por lo
que las actividades se contextualizan a través de ejemplos verosímiles.
De una forma indirecta se
empleará el enfoque gramatical. El motivo de tratarlo de esta manera es porque
resulta imprescindible en la enseñanza y aprendizaje de determinados
conocimientos relativos a la lengua (sintaxis, morfología, así como adecuación,
cohesión y coherencia) pero no puede ser la única orientación didáctica que se
maneje ya que propone la enseñanza de una lengua homogénea (excluyendo las
variedades dialectales) y prescriptiva (excluyendo las variedades diastráticas,
centrándose únicamente en la norma).
Finalmente, el tercer enfoque
será el basado en tareas, planificando diversas actividades que se encaminen
hacia un proyecto final. Las tareas propuestas tienen la intención de que el
alumno sea consciente de su propio aprendizaje para lograr así una enseñanza
significativa, en la que el discente sea un participante activo, creando y
aumentando sus conocimientos.
En cuanto a los papeles de los
participantes, el profesor es el de guía de los discentes, acompañándoles en el
proceso de su aprendizaje. Para ello es fundamental que empatice y logre
motivar a los estudiantes, creando actividades verosímiles y cercanas a sus
centros de interés. Entonces, el papel protagonista recae en el alumno ya que
es el motor en el recorrido del aprendizaje. Por lo tanto, defendemos que de
las ocho competencias básicas una de las principales es la de aprender a
aprender1. Asimismo, la octava competencia, autonomía e iniciativa
personal, es fundamental para desarrollar la anterior y lograr que los alumnos
tengan un aprendizaje significativo y sean capaces de enfrentarse a cualquier circunstancia
que la vida les plantee. Sin embargo, no nos olvidamos de las demás
competencias, ya que todas aportan e intervienen en el proceso de
enseñanza/aprendizaje.